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Uno no escoge el país donde nace;
pero ama el país donde ha nacido.

Uno no escoge el tiempo para venir al mundo;
pero debe dejar huella de su tiempo.

Nadie puede evadir su responsabilidad.

Nadie puede taparse los ojos, los oídos,
enmudecer y cortarse las manos.

Todos tenemos un deber de amor que cumplir,
una historia que nacer
una meta que alcanzar.

No escogimos el momento para venir al mundo:
Ahora podemos hacer el mundo
en que nacerá y crecerá
la semilla que trajimos con nosotros.

Gioconda Belli

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Primeros compases del 2014: la excusa perfecta para accionar otro peldaño en la escalera que nos lleve a nuestra gloria personal. En nuestro caso nos lleva a explorar nuevas geografías humanas, cruzando el charco, con la mirada despierta y el corazón abierto. Preparados para aprender, inventar y hacer crecer caminos de cada latido. San Cristóbal, Chiapas, aparece en el horizonte: otro telar donde tejer para El despertador.

Viajando nos adaptamos a nuevas costumbres, cultivamos nuevas posiciones y aptitudes desconocidas, nuevos idiomas, nuevos valores para nuestro memorario personal que nos permitan proyectarnos sin temor al fracaso. Porque en cada aventura cotidiana que inauguramos al levantarnos, empieza una nueva trayectoria por descubrir, un posible cambio amaneciendo bajo el fuego de tus sueños, que ya de por sí te hace sentir un poquito más vivo.

Gracias a todas las personas que nos regaláis el privilegio de acompañaros, porque con vosotros esta semilla regada de compromiso y confianza en vivir mejor se esparcirá sin límites para hacer de este año otra oportunidad para seguir despertándonos juntos. Las distancias se deshacen cuando los puentes están tendidos por la voluntad de nacer nuevas historias. Con esta convicción nos vamos, sintiendo la fuerza de nuestras manos, a encontrar y a plantar nuevas semillas.