Articles

KOA Música, conectando con la emociones

CAT

Este 2023 ha sido el segundo año que hemos colaborado con el programa KOA de bienestar emocional de la Fundación Nous Cims. Se trata de un programa de prevención de la salud mental en el que nos encanta tomar parte, ya que nace con la voluntad de dotar de competencias emocionales, personales y relacionales a jóvenes y adolescentes que se encuentran en situación de riesgo de sufrimiento emocional y /o psicológico a través de diversas actividades vivenciales conectadas con sus intereses: el teatro, la música, la aventura, el deporte y la danza.

Koa es una palabra hawaiana que hace referencia a la valentía, a la lucha y a los guerreros y guerreras, que es como miramos a los y las adolescentes del programa. El proceso que experimentan a lo largo de un curso pretende fortalecerlos a través de herramientas, recursos y estrategias para que sean más resilientes en las adversidades que se les presentan ahora y en su futuro y reducir así los riesgos de desarrollar un eventual trastorno mental.

Después de dos años facilitando sesiones, aprendiendo, creciendo en impacto y expandiéndolo año a año (comenzamos acompañando a jóvenes de dos centros abiertos del Barcelonès y el Gironès, y este año estamos presentes en cuatro) hemos escuchado el “ding dong ” en el interior para compartir qué ocurre en las sesiones que desde El despertador facilitamos dentro del programa KOA música.

¿Qué hacemos en KOA Música?

Para empezar, la música es un vehículo (un canal) por el que circula nuestro mundo emocional. Permite, de forma muy orgánica y natural, la conexión, la conciencia y la expresión de nuestro sentir. En KOA Música facilitamos la adquisición de estas herramientas de regulación y gestión emocional tan importantes para nuestro desarrollo y lo hacemos a través de la música y acompañamiento musicoterapéutico. Por todo ello utilizamos diferentes elementos esenciales en el lenguaje musical:

El ritmo nos ayuda a conectar y movilizar a la parte física, instintiva y tribal de nuestro ser. Nos facilita la conexión con la vida, con el pulso, con el grupo, a la vez que nos ayuda a trabajar la estructuración y la organización.

El trabajo rítmico, a través de círculos de percusión o del baile, nos permite trabajar las competencias de vínculo y nexo, de pertenencia y trabajo en equipo…

La melodía nos ayuda a conectar con el mundo de las emociones. La alegría, la tristeza, la ira, la miedo… ¿qué formas toman en nuestras vidas? ¿Qué voz tienen? ¿De qué forma se expresan? ¿Dónde las sentimos en nuestro cuerpo? ¿Qué herramientas tenemos para dialogar, dejar salir de forma ecológica, y observar qué nos dicen estas emociones?

El trabajo melódico nos permite aproximarnos a las competencias de identificación, gestión y elaboración emocional, de toma de decisiones…

La armonía nos ayuda a conectar con el mundo mental, con el mundo de las relaciones… ¿cómo nos relacionamos con nosotros y con el resto? ¿Qué puedo hacer para que las relaciones que tejo sean armónicas? ¿Cómo me hace sentir en el cuerpo la desarmonía?

El trabajo armónico nos permite aproximarnos a las competencias de empatía y relaciones, resolución de problemas…

Aunque la música se convierte en una experiencia transformadora que actúa transversalmente, cada uno de estos tres pilares nos ayuda a afinar y enfocarnos en el trabajo de las competencias que forman parte del programa KOA.

No es una casualidad que el lenguaje musical tengan muchas similitudes con el lenguaje de nuestra cotidianidad (“hoy he traído un ritmo muy frenético”,  “en la cena de ayer se respiraba mucha armonía”). Por eso, facilitar desde la música el trabajo de gestión emocional es una opción muy beneficiosa, quizás no sabemos expresar con palabras cómo nos sentimos, pero, seguramente, si nos facilitan unos instrumentos podremos expresarlo más fácilmente.

La música expresa lo que no se puede decir con palabras pero que no puede permanecer en silencio

Uno de los propósitos de KOA es facilitar un entorno seguro y acogedor donde los jóvenes desarrollen relaciones de confianza y se generen vínculos positivos, por eso los talleres tienen una regularidad de una vez por semana de septiembre a junio. Durante estas sesiones, que tienen una duración de 2 horas, trabajamos competencias socioemocionales tan fundamentales como: gestión emocional, empatía y relaciones, vínculo y pertenencia, trabajo en equipo, autoconcepto y autoestima, resolución de problemas o toma de decisiones. Estas competencias se articulan en un itinerario que tiene tres momentos: la vivencia y la familiarización con el programa, la reflexión e integración y, finalmente, la transferencia en su vida.

Asimismo, cada sesión se estructura siguiendo estas tres mismas partes:

  • Rueda inicial: el grupo de jóvenes en círculo y por turnos
    expresan cómo llegan a la sesión. Vendría a ser un escáner emocional que invita a la autoobservación, a identificar qué sienten ya ponerle nombre. Lo hacemos utilizando diferentes herramientas y recursos como la metáfora del tiempo “¿Con qué tiempo vengo hoy?” o a través de imágenes de animales “Hoy me siento como un caracol”. Los facilitadores acompañamos este momento para que poco a poco los jóvenes puedan familiarizarse con su universo emocional y hacer una gestión adaptativa. Esta primera parte también sirve para introducir la competencia que trabajaremos en esa sesión.
  • Actividad central: es el momento más largo de la sesión. Esta parte es vivencial. A partir de diferentes actividades, dinámicas musicales o situaciones de reto donde los/las jóvenes experimentan, crean, juegan o improvisan trabajamos las diferentes competencias.

     

  • Actividad final: en la rueda final los/las jóvenes expresan cómo se sienten al marcharse de la sesión. También sirve para reflexionar a partir de la actividad central a través de las preguntas que hacemos las personas facilitadoras. ¿Cómo nos hemos sentido? ¿Qué hemos aprendido? ¿Cómo lo que hemos vivido y aprendido lo podemos transferir a nuestra vida cotidiana?

Cada uno de los equipos que acompaña a cada uno de los grupos de jóvenes está compuesto por dos personas facilitadoras de El despertador (una en el rol de musicoterapeuta y la otra como experta en bienestar emocional y gestión de grupos adolescentes) y la educadora del centro abierto.

Gracias a la dirección y coordinación de Koa Programme por hacernos confianza y acompañarnos en el proceso, y a los equipos coordinativos y educativos de los diferentes centros abiertos y entidades con las que colaboramos en Salt, Girona, Badalona y Barcelona.

Y sobre todo gracias al equipo de El despertador formado por Laia Colom, Enri Pérez Escrig, Paula Gelpi, Roger Sans, Silvia Sant y David Sitges.

Contenido relacionado:

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *