? Clica aquí y escucha la BSO de este artículo
La Flor es una fascinante Reserva Natural situada en la costa occidental del sur de Nicaragua. En sus playas tiene lugar uno de esos espectáculos invisibles que constantemente nos ofrece la naturaleza y que, cuando tenemos la fortuna de presenciar, se transforma en una experiencia de aprendizaje inolvidable sobre los ciclos naturales de la vida.
Me refiero a la llegada de las tortugas marinas que retienen en su memoria celular el lugar donde nacieron y vuelven allí periódicamente para desovar. Excavan en la arena un nido de medio metro de profundidad en el que depositan 120 huevos y vuelven al mar. Entre 45 y 60 días más tarde nacen las crías. Cada una de ellas, de cinco centímetros, se esfuerza con movimientos sincronizados, para retirar la arena, alcanzar la superficie del nido y, posteriormente, correr hacia el mar. En ese recorrido están expuestas a evidentes peligros: aves y cangrejos se lanzan sobre ellas en busca de sustento.
Difícilmente, conmovido por esta escena te puedes contener y no sacar casi del huevo a cada una de estas pequeñas criaturitas para ayudarlas a salvar los distintos obstáculos y lograr su objetivo. Pues bien, pese a hacerlo con la mejor de las intenciones, precisamente ése, el camino más rápido y aparentemente más sencillo, es el que seguro las condena a su muerte. ¿Cómo van a poder nadar, sostenerse, alimentarse, sin antes haber desarrollado sus propios recursos? Es en la superación de los obstáculos que aprenden a vivir.
La sabiduría de la vida nos lleva a reflexionar sobre la fragilidad y la capacidad de adaptación necesaria para disponernos ante los distintos retos y avatares. En infinidad de ocasiones, por miedo o desconfianza, alteramos las etapas necesarias del desarrollo de un proceso centrándonos sólo en un resultado. Nos forzamos a recorrer un trayecto por el cual todavía no tenemos un entrenamiento suficiente, no nos detenemos para crear las condiciones necesarias y, sí, quizás obtenemos un resultado pero a ¿qué precio? ¿Qué oportunidades hemos desaprovechado para crecer, para conocernos y evolucionar?
En el plano individual y colectivo, en los distintos ámbitos de nuestro día a día (íntimo, familiar, educativo, social, profesional, etc.), ¿cuán importante es respetar el tempo, nuestro ritmo interno, que necesitamos para aprender, para degustar las posibilidades (y no las dificultades) que nos ofrece el camino? El territorio de la velocidad (que coincide habitualmente con el estrés que nos bloquea) no nos garantiza para nada nuestro crecimiento, el de la agilidad (asimilando los movimientos) sí que nos garantiza estar avanzando en cada paso.
.
Una lectura: Momo, de Michael Ende. Acompáñala en su lucha contra los ladrones de tiempo.
Una cita: “Párate y disfruta de la vida. No sólo te pierdes el paisaje por ir tan deprisa, también te estás perdiendo el sentido de hacia dónde vas y para qué”. Eddie Cantor
Una curiosidad: Dicen que la frecuencia respiratoria por minuto determina la cantidad de años que podemos vivir. Los perros contabilizan 50 respiraciones por minuto y 14 años de vida. Los caballos 35 respiraciones y 29 años. Los humanos entre 14 y 16 respiraciones y 70 años. Las tortugas 5 realizan respiraciones y algunas especies alcanzan hasta los 200 años.
Así que tomándonoslo con calma, celebrando/respirando cada paso, nos puede no sólo permitir disfrutar del proceso, sino con ese ánimo (esa conciencia) también llegar más lejos y lograr más objetivos.
Una pregunta: ¿De qué horizonte te sientes satisfecho/a especialmente de estar caminando?
Contenido relacionado:
Una conversación sobre los RETOS con Carles Andrés, coach deportivo y pedagogo sistémico, y Jordi Muñoz, coach y recreador personal.
¿Cuáles son las claves para afrontar una maratón en mi vida? ¿Cómo puede un reto ayudarme a crecer? ¿Y si no lo consigo, qué pasa? (vídeo)
.
Descubrimos algunas claves que nos pueden ayudar a ir más allá y traspasar nuestros límites a través de los testimonios de: Alfonso Gálvez, autor del libro ‘La puertas está abierta. Un viaje al inconsciente’, Queralt Prats, creadora del proyecto Artransforma, Bernat Soriano, especialista en radiofarmacia jubilado, la educadora social y viajera Ester Rodríguez y el músico y compositor Jorge da Rocha.
Categories: amb mi, Articles, Full de ruta