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Con esta propuesta queremos profundizar en una cuestión que nos parece crucial: si el mundo es una construcción interpretativa nuestra, ¿cuál es la función de nuestras creencias?

Hay quien se aferra a la seguridad de las creencias y hay quien se atreve a cuestionarlas para transformar el mundo. En el primer caso queremos tener razón, en el segundo, en cambio, queremos resolver las situaciones. Sí, a pesar de la crisis, debemos ser capaces de alinearnos con nuestro propósito y avanzar con conversaciones y alianzas ricas. Porque la vida reclama ser vivida con intensidad.

Objetivos:

• Distinguir entre la realidad y mi mundo, entre los hechos y las interpretaciones.
• Tomar conciencia del alcance de mis creencias.
• Considerar la acción como el único camino para conocer el mundo y a mí mismo.
• Practicar el reto que supone vivir las cosas mismas.

Para conseguir los objetivos propuestos hemos diseñado una secuencia de contenidos. Partiendo de la base que todos jugamos y nos gusta jugar: tenemos retos diarios y sueños que aspiramos realizar.

Tres etapas:

1. Entre vestuarios: No sabemos qué hay ahí fuera, todo es especulación, miedo. ¿Estoy preparado? Ser consciente de ello, de las voces ajenas me permitirá escuchar en algún momento que también tengo ganas de jugar. ¿Qué quiero escuchar?

2. Saltamos al terreno de juego: Decido apostar por salir a jugar, atiendo mis ganas y empiezo a darme cuenta de que el mundo real es con lo que yo converso. Se hace tangible y puedo redimensionar las cosas. Voy a poner lo mejor de mí. ¿Hasta donde me quiero comprometer?

3. La victoria: Ya me he apropiado del juego, del terreno de posibilidades y eso me permite ir más allá. Un juego que se va haciendo mientras juego. Explorar posibilidades, aprender nuevos límites y exprimir mis capacidades en el camino para hacer realidad mis objetivos. El verdadero triunfo no es desde el sacrificio sino desde la constancia del enamorado. ¿Cuántas flores quieres regalarte?

Como señala George Bernard Shaw: «Las personas que avanzan buscan las circunstancias y si no las encuentran las crean”.

Más información en info@el-despertador.com.