Dicen que el universo es vibración, y que la vibración es sonido. Pero nos hemos parado a percibir este sonido? Hemos vibrado con la melodía del universo? Hemos escuchado la música de los elementos?
Para escuchar esta melodía hace falta abrir mucho más que las orejas: es necesario despertar los sentidos, instalarse en el aquí y el ahora, escucharse con la punta de los dedos, sentirse con el corazón, oler con la vista y cerrar los ojos para saborear cómo el viento juega con las ramas de los árboles, cómo late el corazón de un pájaro, cómo danza la naturaleza…
La música del universo está en la naturaleza y en nosotros, que también somos éter, aire, fuego, agua y tierra: los 5 elementos.
Afinar la sensibilidad, los sentidos y la conciencia nos permite empezar a sintonizar con los elementos y nuestra esencia
Este fin de semana Jordi Muñoz, de El despertador, y Laura Masó, de BeSound, nos han acompañado a hacer este camino, a abrir los sentidos y la conciencia en el taller ‘La música de los elementos‘, disfrutando del bello paraje de la Fageda d’en Jordà, en la Garrotxa, y de las atenciones y el calor del Mas la Comademont.
Laura, cantante e instrumentista y profesora de Naad Yoga por la Raj Academy Conservatoire of London, nos ha guiado con diferentes propuestas vivenciales en las que han tenido un papel capital la meditación y el Naad yoga, que hemos trabajado a través de la respiración, de la música, el canto de mantras…
La respiración nos ha abierto la sensibilidad, la música nos ha invitado a estar presentes, la naturaleza nos ha permitido conectar con la parte más instintiva y esencial, con ejercicios de percusión hemos practicado la escucha… Hemos podido ver el movimiento del aire, hemos sentido el fuego de nuestra determinación, hemos bebido el agua de la creatividad, hemos palpado la estabilidad de la tierra y hemos podido percibir el éter en el espacio.
Como explica Laura: ‘escuchar la música de los elementos: éter, aire, fuego, agua y tierra, es escuchar toda la expresión de la vida’. En palabras de la misma Laura, este fin de semana ha sido una invitación ‘a amar y estar en la música desde la flexibilidad, desde la naturalidad, desde la propia expresión, validando el propio sentir y disfrutando de afinarse con la vida, de caminar en la pulsación adecuada, de armonizar con lo que nos rodea y de arriesgar inventando nuevas composiciones, mejores versiones de nosotras mismas’.
Es complejo poner palabras a cada aprendizaje registrado, porque ya forma parte de cada una de las personas que hemos participado en el taller, como un pequeño gran tesoro de autoconocimiento. Así que os compartimos un resumen en forma de imágenes: un baile de emociones, de palpitaciones, de latidos…
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