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Desde nuestros orígenes, el acompañamiento a la comunidad educativa en la mejora de su bienestar emocional ha ocupado un espacio muy importante en nuestra acción. En los últimos años hemos visto cómo la realidad en las aulas experimentaba cambios a gran velocidad, reflejo de los tiempos de incertidumbre, complejidad y volatilidad que como sociedad vivimos hoy en día. Si algo nos deja claro el impacto de estos cambios en niños y adolescentes es que la educación emocional en los centros educativos ya es una asignatura ineludible para prevenir situaciones de conflictos (como el acoso o el ciberacoso) y promover la salud mental .

Uno de los últimos proyectos en los que hemos tenido la oportunidad de trabajar la gestión emocional con la comunidad educativa ha sido en el municipio de Amer, en la comarca de La Selva. Durante los meses de mayo y junio, nuestro equipo formado por Enri Pérez y Rafel Sánchez (expertos en gestión emocional) han facilitado una serie de talleres tanto para el alumnado de primaria de la escuela Gaspar Queralt (con un total 110 alumnos) y el de secundaria del Instituto Castell d’Estela (con 161 personas), así como para sus familias. A partir de las necesidades detectadas que nos ha hecho llegar el equipo docente, hemos desarrollado una quincena de sesiones de 2 horas cada una para trabajar competencias que favorezcan el clima emocional en el aula, siempre sirviéndonos de las dos disciplinas que definen a la nuestra mirada: el Coaching y la Ecología Emocional.

En cuanto a primaria, hemos basado nuestra acción en dos talleres:

• Habilidades para facilitar el diálogo, la empatía y la resolución positiva del conflicto:

Basándonos en metáforas de la Ecología Emocional, trabajamos el autoconocimiento para relacionarnos mejor tanto con nosotros como con las demás personas y el mundo. A través de dinámicas participativas, vamos profundizando en nuestras emociones y en el impacto que tienen en el entorno (¿construyo o destruyo? ¿Qué acciones hago que contaminan mi entorno?), y descubrimos que con responsabilidad, cuidado y cariño podemos mejorar nuestras relaciones.

• Gestión de la ansiedad y cambio del paso a secundaria:

En esta sesión, el objetivo es potenciar la seguridad y autoconfianza para aprender a gestionar la incertidumbre del cambio de etapa educativa. Primero, identificamos las causas de la ansiedad, el miedo y el estrés, emociones que nos brindan la oportunidad de conocernos mejor. A continuación, tomamos conciencia de los recursos y capacidades propias, así como nuestra área de poder (lo que podemos controlar). Por último, aprendemos estrategias efectivas que nos ayuden a cuestionar y desactivar las creencias que nos limitan y definimos las acciones que llevaremos a cabo para transitar este impasse. Todo ello lo hemos trabajado a través de la metáfora de los dragones, que en la Ecología Emocional representan los miedos que nos provocan los territorios inexplorados.

En secundaria, con el alumnado de ESO y Bachillerato del Instituto Castillo de Estela, hemos llevado a cabo los siguientes talleres sobre 3 competencias fundamentales relacionadas con las situaciones que comprometen el bienestar emocional más habituales en la adolescencia:

• Cohesión de grupo y vínculo afectivo:

En el aula también somos un equipo. Con nuestros compañeros y compañeras tejemos relaciones, nos vinculamos y juntos/as construimos y crecemos. Pero no siempre es fácil establecer vínculos saludables. En esta sesión, trabajamos sobre la importancia de relacionarnos desde el respeto, el cariño y la libertad responsable..

• Autoconfianza y perseverancia:

La perseverancia se refiere a la capacidad de seguir adelante y persistir en conseguir un objetivo o la superación de un desafío, a pesar de los obstáculos, dificultades y fracasos que puedan surgir en el camino. Es una habilidad importante de desarrollar para el éxito personal y profesional, ya que nos permite superar las adversidades y alcanzar nuestros objetivos. Para integrarla en nuestro día a día, es importante profundizar en la motivación y el autoconocimiento.

• Flexibilidad y adaptación a los cambios:

Gestionar la incertidumbre propia de ese momento vital pasa por entrenar dos competencias: la flexibilidad y la adaptación a los cambios. En la sesión, trabajamos metodologías y dinámicas que nos ayuden a potenciar la capacidad para generar respuestas desde una actitud positiva, así como adaptarnos a nuevas situaciones con creatividad para liderar nuestro proyecto de vida.

El proyecto se ha completado con una acción formativa para las familias de los y las jóvenes del Instituto Castell d’Estela que quieren implicarse en el acompañamiento y el asesoramiento de sus hijos e hijas. Durante 3 sesiones de 2 horas, hemos trabajado a partir de herramientas y recursos que les ayuden a mejorar la comunicación y el abordaje del conflicto. Ha sido un espacio de apoyo, asesoramiento e intercambio de experiencias en el que, poco a poco, hemos ido encontrando soluciones y medios para pasar a la acción.