CAT
Una organización, como todo sistema articulado en un mismo paraguas y propósito, pero formado por personas diversas con realidades, miradas, recursos y equipajes personales y formativos distintos, es un ente complejo (con un montón de variables) y dinámico (en constante transformación) que requiere una constante lectura y adaptación. Son muchos los aspectos, por tanto, que trabajamos cuando acompañamos en el bienestar y desarrollo de los equipos de las diferentes organizaciones.
Sean procesos más largos (en toda la organización haciendo un recorrido extenso durante tiempo) o más cortos (un teambuilding puntual), sean intervenciones globales (en todas las patas de la organización) o parciales (en alguna de ellas), como en cualquier engranaje existen unos elementos y dispositivos que facilitan su funcionamiento que son imprescindibles y que siempre se van repitiendo.
Una constante que por simplificar podemos resumir con 6 C que a la vez podríamos definir como 6 claves que contienen a su vez un universo de variables ejes transversales fundamentales para el bienestar, buen funcionamiento y rendimiento de los equipos de trabajo. Un universo que también podríamos seguir desplegando con más C incluso. Por el momento os proponemos estas:
1- CONEXIÓN
Mencionamos en primer lugar esta C porque también es la primera sobre la que todas se ordenan. Son los cimientos sobre los que pueden crecer las demás y por tanto construir realmente un equipo.
Conectar con nosotras mismas, con lo que nos mueve y nos impulsa, con lo que tiene sentido para nosotros, pero también los sentidos de cada una de las personas que han llevado a trabajar en ese proyecto, en aquella organización es fundamental. Para ello una de las tareas principales será generar contextos que faciliten precisamente el conectar con la motivación de las personas, con el propósito superior que une cada una de los integrantes. En este sentido, como nada es permanente y estamos en constante evolución, ir realizando periódicamente actualización (F5) puede ayudar a asegurar que se mantiene la alineación entre el sentido personal particular con el propósito global.
2- CONFIANZA
Si la Conexión son los cimientos, la Confianza es la pieza que articula el engranaje.
Confiar no es un verbo que se decline a la vida de forma inmediata, requiere un proceso: cada vez que confiamos mostramos una parte de nosotros. Y esto significa aceptar la propia vulnerabilidad. Necesitamos sentir que esto será acogido con cuidado y respeto. Pero para que esto ocurra, antes será necesario que este cuidado y respeto también lo tengamos en nosotros, en nuestro sentir, en nuestras capacidades, en poder expresar quiénes somos y lo que necesitamos.
Una vez comienza a desencadenarse la confianza permite que se esparza y se retroalimente generando relaciones mucho más sanas y auténticas, donde la comunicación es más fluida, y también donde es mucho más fácil delegar responsabilidades, porque reconocemos el valor que pueden aportar las otras personas en los procesos.
Confiar no es un verbo que se decline a la vida de forma inmediata, requiere de un proceso: cada vez que confiamos mostramos una parte de nosotros. Y esto significa aceptar la propia vulnerabilidad.
Por tanto, 2 elementos que pueden contribuir a una cultura organizativa que genere esta confianza pueden ser el de desarrollar:
- Un canal de celebración y reconocimiento.Poniendo en valor lo que conseguimos y los recursos que hemos puesto no sólo nos hace sentir mejor –más capaces y capaces–, porque baja la ansiedad y el estrés de sólo estar mirando la lista de la compra de lo que nos falta, sino que también nos conecta con la abundancia, con los recursos que tenemos y hemos puesto por alcanzar objetivos pasados que seguramente nos serán útiles para afrontar retos presentes o futuros. De esta manera también, reconociendo lo que sí tenemos, podemos tener diagnósticos mucho más fiables de lo que tenemos por afinar.
- El permiso para ser perfectamente imperfecto. Un organismo donde caben las vulnerabilidades, para expresar emociones, sentires y necesidades es mucho más saludable que el que se envuelve de una falsa coraza de perfección impertérrita y aséptica. Aceptar y validar nuestra versión original lejos de alejarnos de los objetivos, nos acerca, porque además de propiciar un clima más cálido, acogedor y confiable en el que se cultiva el bienestar y, como consecuencia, la motivación, también permite vivir de forma mucho más orgánica las diferentes realidades y circunstancias que acontecen con los procesos.Una organización que se reconoce perfectamente imperfecta estará más cerca de dar la mejor versión porque abrazando y expresando la limitación puede viajar hacia la excelencia.
3- COMUNICACIÓN
Esta C es un motor que va de la mano de la Confianza. La Comunicación es el canal por el que circula toda la energía disponible. En función de cómo se vehicule puede generar posibilidades o resistencias, propuestas o quejas, bienestar o incomodidades.
Y precisamente por todo ello, para generar esos ecosistemas saludables que mencionábamos articulándose desde la confianza es clave una comunicación afectiva y asertiva. No existe comunicación más efectiva que la que se teje desde un contexto afectivo que respeta la diversidad.
Y en el ritmo frenético de demanda en el que estamos expuestas tendemos a pedirnos (por no decir exigirnos) las cosas generando pequeños malestares gratuitos que se van acumulando con mucho margen de mejora:
- Cuando reconocemos el valor que nos aportan los demás…
- Cuando agradecemos las contribuciones, esfuerzos o intenciones que muestran…
- Cuando expresamos y concretamos nuestras demandas o necesidades desde el respeto y la empatía…
- Cuando en lugar de la queja victimista hacia el otro hacemos autoanálisis responsable de lo que podríamos hacer diferente y…
- Cuando no estamos buscando tener la razón sino crear puentes con el otro para vivir mejor el día a día…
- Cuando todo esto ocurre el vínculo se potencia y la sinergia se multiplica exponencialmente, así como los resultados que puede generar una comunicación afectiva y efectiva.
4- COIMPLICACIÓN
Seguimos enlazando C e introduciendo elementos que hagan crecer en variables y matices el engranaje. Como cualquier rompecabezas, una organización está formada por un montón de piezas que se necesitan unas a otras para que todo vaya a la una y alcanzar los objetivos planteados. Independientemente de que unas sean más parecidas que otras o que aparentemente haya más importantes que otras, todas son necesarias, todas tienen su papel (roles y funciones) y necesitan tener un encaje.
Cuando hablamos de Co-Implicación apuntamos a la interdependencia necesaria para ir más lejos ya los ingredientes necesarios para permitir que todas las partes se sientan implicadas, partícipes e importantes, en los procesos y decisiones.
Es en este sentido hay otras 3 C complementarias que contribuyen a la Coimplicación:
- Coordinación
Diferentes roles, diferentes departamentos, diferentes recursos, diferentes talentos, diferentes tempos, diferentes mapas mentales, diferentes modalidades de aprendizaje deben sintonizarse para tocar a la vez. Por tanto la importancia de la gestión interna, de los mecanismos y protocolos de coordinación facilita que no se disipe la energía o se caotice el sistema. Cuando hay Coordinación existe Complementariedad. - Corresponsabilidad
Todas las partes tienen un 100% de responsabilidad en su labor para que el engranaje funcione. Cuanto más apelamos a la responsabilidad y no a la culpa crece la proactividad y el autoliderazgo. - Coliderazgo
Fomentar liderazgos compartidos hace crecer proporcionalmente el compromiso, el sentimiento de pertenencia, la motivación, la autonomía, el desarrollo competencial de la organización y la capacidad de dar respuesta a mayores retos. Un círculo virtuoso en el que cuanto más nos sentimos involucrados o involucradas en cada decisión más nuestra nos apropiamos del lugar que desempeñamos, del rol que tenemos, más se refuerza el sentido y más nuestra nos sentimos la organización.
- Coordinación
5- CREATIVIDAD
Y, como consecuencia de ir sumando cada una de estas C, la Creatividad. Una competencia clave para gestionar de este contexto volátil, incierto, complejo y ambiguo (VICA) en el que navegamos y deben danzar las organizaciones y sus equipos. La prisa no nos ayuda a avanzar muchas veces, porque seguimos haciendo las cosas por igual y, como decía Einstein, si seguimos haciendo las cosas por igual no esperamos encontrar resultados diferentes. Si no nos detenemos para reflexionar no podemos tomar conciencia y evaluar y, por tanto, no haremos nada diferente. No podremos descubrir el potencial latente que tenemos. Crear tiene que ver al salir de lo conocido, romper inercias, límites, barreras propias y externas para descubrir nuevas posibilidades. Traspasar las etiquetas limitadoras sobre quiénes somos y sobre lo que podemos lograr es un primer paso fundamental para también desafiarnos y conseguir lo que sea que nos proponemos. Creer es crear. En función de lo que creemos nos impulsamos o nos restringimos.
Las organizaciones saludables son creativas y tienen equipos proactivos que en vez de buscar excusas encuentran oportunidades y formas de ir más allá. El liderazgo es clave para la creatividad, las ganas de aprender es la fuente y la resiliencia la causa y consecuencia de esta C por seguir creciendo con las dificultades e imprevistos inevitables.
6- COHESIÓN
Para concluir, y como resultado y último paso de este viaje que abre sus puertas al bienestar y rendimiento en la gestión de los equipos en las organizaciones, termino con una última C. Una de las más ansiadas: la COHESIÓN. Pero no sólo entre miembros de la organización, sino con la misma cultura organizativa.
Cómo leía ahora en una publicación de mi compañera Anna Galofré, según varios estudios (dos de los más importantes son de las Universidades de Harvard y Michigan), un equipo cohesionado con la cultura organizativa mantiene altos niveles de satisfacción laboral, tiene mayor sentimiento de pertenencia, tiene una mayor motivación , está más comprometido y su productividad es superior que la de aquellos que no hacen ese match.
En definitiva, conseguir esta cohesión, como el resto de Cs, no es algo instantáneo ni producto de la magia, sino de un proceso en el que: el esfuerzo, el cuidado del equipo, la atención por los detalles, la humildad y las ganas de aprender y la actualización constante facilitan que puedan irse incorporando cada una de estas claves.
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Un artículo de Jordi Muñoz, coach, recreador personal y musicoterapeuta,codirector de El despertador y del Instituto Ecología Emocional en territorio español.
Categories: Creativitat, Uncategorized @ca