CAT

La incertidumbre del mercado y la crisis a todos los niveles que experimentan nuestras sociedades hacen que cada día sea más difícil no sólo consolidarse en un puesto de trabajo, sino el simple hecho de encontrar trabajo. La inestabilidad hace que ya no exista prácticamente una trayectoria en una misma organización o la definición clara de los pasos a seguir para evolucionar.

Cada vez el terreno de la previsión, de la predicción y de las lógicas racionales en la relación con el mercado laboral se está convirtiendo en un ejercicio de ciencia ficción que hace que en muchos momentos la desorientación y la angustia aparezcan y se apoderen de nuestro camino. Nos sentimos perdidos e impotentes viendo cómo se van cerrando puertas sin tener la certeza de si las elecciones que estoy haciendo me conducirán hacia los destinos deseados.

Ante este panorama crítico y lleno de niebla hay, sin embargo, una fuente de esperanza: la creatividad a la que apelamos para salir adelante cuando parece que no hay más caminos. La creatividad de las personas que, cansadas de esperar que alguna puerta se les abra, deciden crear y abrir la suya y proyectar toda su riqueza de experiencias, competencias y visiones.

El primer paso para crear trabajo es, pues, reconocer: ¿qué quiero y puedo ofrecer en el mercado?, detectando las necesidades y la potencialidad de mi oferta. ¿Qué me gusta de mi proyecto? ¿Cuánto apuesto por él? Porque si no lo hago yo, no lo puede hacer nadie para mí.

Sólo empezando por ahí, para valorar lo que tengo y quiero ofrecer, aparezco con una energía muy diferente a la de pedir, y empiezo a hacer que mi entorno (inmediato y mediato) sea un aliado que conspira hacia mi objetivo. Sea para encontrar (que no buscar) qué me puede interesar de lo que me ofrece el mercado, como para proponer algo nuevo.

Los miedos, evidentes cuando implica escribir nuevas páginas no escritas, me ayudan (si los abrazo) a mirar qué debo tener en cuenta para sostener mi paso: defino metas, plazos, objetivos, visualizo posibles escenarios de futuro, incorporo alianzas y redefino estrategias.

Crear trabajo es un proceso diario que vuelve a empezar. Por tanto, es fundamental apropiarnos de nuestro trabajo, del concepto trabajar, desde nuestro corazón, desde lo que nos mueve y apasiona. Sólo así haremos de nuestro proyecto el mejor posible: aprendiendo con esfuerzo, con cuidado, con permiso de no saber y encontrar la respuesta.

Los proyectos no son buenos o malos, los hacemos buenos o malos nosotros en función de cuánto los queremos y apostamos por ellos.

TALLERES O PROPUESTAS:

Coaching para emprendedores: emprender en grupo
No dejes para mañana el trabajo que puedes encontrar hoy
¿Cómo buscar trabajo y no morir en el intento?
Tu minuto de gloria
1,2,3…acción!
Haz de tus hobbies tu fuente de ingresos
¿Quieres emprender un negocio? Entrena tus competencias
Abundancia en tiempo de crisis
La crisis no puede ser un argumento
Descubriendo las ocupaciones que me interesan
Conectando con mi valor añadido
Los secretos para superar con éxito la entrevista de trabajo
Transforma los miedos en retos
Coaching para la movilidad
Sesiones individuales

OTROS CONTENIDOS RELACIONADOS:

• Emprender en el camino de las Artes Escénicas: una jornada en 4 actos