Abrimos las páginas de un diario de confi(n)amiento que recoge pensamientos, reflexiones, pequeñas crónicas de un día a día no escogido, desde la vivencia individual de cada uno y cada una que formamos parte del equipo de El despertador.
Las páginas acogen otras miradas sobre nosotrxs, palabras que nacen de nuestro espacio privado desde donde tejemos una cotidianeidad diferente, adquirida, asimilada, adaptada y que vamos aprendiendo paso a paso.
Llenamos las primeras páginas de un diario que tiene la voluntad de recoger también tus vivencias, desde la autenticidad de lo que te pasa, de lo que sientes, lo que aprendes para seguir haciendo comunidad y acompañarnos en cada momento.
DÍA 0 DE CONFI(N)AMIENTO
Me he despertado con una sensación extraña, ayer llegamos de viaje, no sabía si había sido una pesadilla, o atribuir la sensación al jet lag?
Cuánta incertidumbre! ¿Qué pasa en serio? Me vienen todo de pensamientos inconexos de muchas cosas aquí, allí, … realidad o ficción?
Pongo los pies en el suelo y abro mucho los ojos. Es una realidad, las cosas están así.
El mundo nos ha dicho deteneos!
No es un sueño, ni una peli, ni una broma,… cuesta digerir, pero es la realidad que una vez más supera la ficción. Quién nos lo iba a decir, hace 1 semana, impensable.
Maricel Ruiz i Munné, 12/marzo 2020
DÍA 8 DE CONFI(N)AMIENTO
El invierno prorrogado
Ya lo teníamos todo listo: la apertura, la motivación, las ganas, los poros de la piel anhelando el sol, el pelo con ganas de llenarse de flores… Lo teníamos todo listo para recibir una nueva primavera que ya se abría paso semanas atrás. Lo que no sabíamos es que el invierno pedía prórroga con un tiempo añadido sin fecha final.
Y aquí sigue, el invierno instalado en casa. Ahora se nos ha metido bajo la piel, dentro los párpados. Me gustaría saber qué te dice a ti tu invierno?
Siento que el invierno abre la puerta, una vez más, a los duelos pendientes. Quizás es momento de dejar atrás lo que ya no germinará más.
Y mientras tanto, miramos la primavera desde ventanas y balcones. Por fin tiene todo el espacio y el permiso para estallar, para exhibirse, para explorar los confines. Y me seduce y enciende aún más mi deseo candente que debe contenerse todavía un poco más.
Elisabet Alguacil i Balién, 20/marzo 2020
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Hace una semana que estamos confinadxs, voy al súper a comprar, todo está diferente, sólo para entrar hacemos una larga cola, se respira en el ambiente una sensación rara, diferente, a pesar de que el aire está más sano, respiro tensión.
Al entrar veo que hay poca gente, todo el mundo con mascarillas, guantes, los lineales están casi vacíos, los trabajadorxs hacen cara de cansadxs, también hay distancia de seguridad por todas partes, la gente nos miramos de manera expectante.
Hablo con la dependienta, están agotadxs, le pregunto que cómo lo lleva, se pone a llorar, me dice que es muy duro, que aguantan mucha tensión, trabajan mucho y tienen sus historias, y aún dice que algunas personas vienen enfadadas por la distancia de seguridad, porque no pueden llevar más de 6 productos,… le comento que la situación nos tiene desbordadxs a la mayoría.
Me pide disculpas porque dice que me ha tocado recibir.
La miro, le sonrío, y me quedo con ganas de darle un abrazo muy fuerte.
M.R.M., 20/marzo 2020
DÍA 11 DE CONFI(N)AMIENTO
Pensamiento confinado:
Sentado en la silla miro por la ventana contemplando el verde, que cada vez escasea más en nuestro planeta.
¿Qué debe pensar la naturaleza de nosotrxs? Qué deben decir esos árboles y plantas estos días, cuando nos ven encerradxs en nuestras casas. Días en los que pueden respirar más, los de menos contaminación en la historia de nuestras ciudades en décadas.
Y digo yo: ahora que no nos queda otra que aceptar la situación y que con nuestra creatividad nos damos cuenta que podemos gestionar escenarios insospechados, ¿no podríamos confinar muchas de nuestras acciones totalmente gratuitas y absurdas que están atentando contra nuestro entorno y hacen que nos estemos quedando sin verde, sin aire, sin vida?
Jordi Muñoz i Jovell, 23/marzo 2020
DÍA 12 DE CONFI(N)AMIENTO
He buscado la definición de resiliencia y he encontrado: “Capacidad del individuo para afrontar con éxito una situación desfavorable o de riesgo, y para recuperarse, adaptarse y desarrollarse positivamente ante las circunstancias adversas.” Y no olvidar, prestar atención a la letra pequeña que no incluye la definición, todo lo que vivimos en este proceso. Cómo nos transforma, cómo gestionamos la incertidumbre, los miedos, los momentos de explosión creativa… Obviamente queda muy tópico decir que en este confinamiento estamos viviendo un estado de resiliencia nivel mil!
Sin ir más lejos, en mi caso el 10/3 estaba muy enfadado porque me anularon dos actividades… y demonios cómo ha evolucionado todo! Esto visto con perspectiva no fue nada, hemos aprendido en todo este proceso que decía… empezar a caer el trabajo, a que caiga todo, a no saber qué hacer, a reinventarnos, a hacer cosas online hasta el punto que haya clientes y clientas bien avenidos a trabajar en este nuevo (y único) formato que podemos hacer ahora. Y nunca olvidando el ecosistema que nos refuerza… ayuda de los compañeros y compañeras de trabajo y especialmente de mi pareja… sin todos ellos y ellas esta resiliencia no sería posible!
Lo que he aprendido hasta ahora (en este proceso todo es un aprendizaje constante) sobre este confinamiento es que todo es más intenso. Como decía ahora, el aprendizaje es más intenso, celebras todo lo que aprendes y estás más predispuesto. Pero esto nos pasa con todo… la comunicación es más intensa, los abrazos, las discusiones (y las reconciliaciones), los enfados, las alegrías, los descubrimientos, las frustraciones, la convivencia, los espacios propios, la tristeza, la rabia, el amor, la pereza.
Además de intenso, rápido también. Pensaba que ahora todo sería más lento, más pausado… pero todo sucede muy rápido. Las circunstancias, las noticias, los procesos van mucho más rápido, me siento como un experimento en el que me observan y todo es más acelerado! Y seguimos y seguimos!
Jordi Esqué i Forés, 24/marzo 2020
DÍA 13 DE CONFI(N)AMIENTO
Huelo profundamente un pequeño bote de jabón de muestra que me transporta a una cabaña con vistas a valles de hayas y verdes sin fin.
Bajo la ducha sueño que el agua limpia los miedos y las incertidumbres que siembro en mí en forma de pensamientos, de sueños, de formas imprecisas… y deseo que por el agujero de la ducha desaparezca todo esto y todo un sistema, que se vaya a la mierda por fin…
E.A.B., 25/marzo 2020
DÍA 14 DE CONFI(N)AMIENTO
DÍA 15 DE CONFI(N)AMIENTO
Estoy más sensible? más irritable? me agobio más rápido? Tengo menos paciencia? Que me está pasando?
Y de golpe, hoy, haciendo un viaje más profundo dentro de mí, he visto claro lo que me pasaba… estoy triste.
Anna Soriano i Oliver, 27/marzo 2020
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Todo este proceso es una etapa de aprendizaje y cada semana la vives y eres consecuencia del aprendizaje de la anterior.
Algo que he empezado a aplicar esta semana es el principio de realidad. Las semanas anteriores quise ser el mejor compañero de trabajo y querer hacer muchas cosas, quise ser la mejor pareja y estar al lado de mi pareja en todo momento, quise ser el mejor padre y estar con mi hijo e hija en todo momento y quise velar por la casa como el que más… y ya no hablamos de dedicarte tiempo a ti! Y me di cuenta de que, de todo esto, no hacía nada bien… no lo puedo asumir todo!
He aprendido que me tengo que repartir y no puedo estar en todos los frentes al 100%. Pido disculpas a todos los implicados e implicadas… y al primero en pedir disculpas es a mí mismo!
J.E.F., 27/marzo 2020
DÍA 16 DE CONFI(N)AMIENTO
Y ahora que tendré tiempo haré…..
Fue la primera reflexión que me vino cuando ya hace 15 días se nos “invitó” a quedarnos confinadxs en casa.
De repente se abrió una ventana con muchas posibilidades para hacer todo lo que voy postergando en mi día a día: dibujar, escribir, ordenar, hacer ejercicio… la lista era infinita, he de reconocer que había un punto de ilusión. Actividades para hacer sola, para hacer con la pareja, para hacer con los hijxs… y venga horarios y propuestas, ¡cuánta energía!…
Ahora, después de 15 días, me doy cuenta que todavía no soy la dueña de mi tiempo, que incluso en casa, el ritmo sigue siendo frenético, que las demandas exteriores siguen existiendo… que aunque hay un cambio externo muy bestia, el cambio profundo y duradero, sigue siendo interno, ¿he parado yo, internamente? En vez de quedarme en el hacer, hay que ir más hacia el ser, en quién soy y quién quiero ser.
Y este cambio interno depende de mí…
A.S.O., 28/marzo 2020
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Conversaciones confinadas
Raquel Barrera, Úrsula Comendador, Elisabet Alguacil, 28/marzo 2020
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Categories: castellano