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Querida Felicidad,
Hace tiempo que tenía ganas de escribirte. Siempre has estado ahí para mí y no siempre me he dado cuenta o he sabido apreciarte, comprenderte y saber cómo acercarme.
El caso es que, con los años y algunas experiencias que he tenido, me he dado cuenta de algunas cosas que me han ayudado a vivir mejor y quería regalarme un tiempo para compartir contigo preguntas y reflexiones, propuestas y visiones que me ayuden a seguir avanzando con más consistencia. Vaya, mejor dicho: con más esencia. Pero ya llegaremos a eso.
Si te parece empiezo situándote un poco…
Te escribo cuando, no sé si lo sabes, pero en pleno siglo XXI te has puesto de moda. Sí, claro, muchas mentes pensantes han escrito sobre ti a lo largo de la historia, pero es que no te puedes imaginar ahora. ¡Si mis abuelos/as (¡ni una vez te nombraron!) supieran cómo lo estás petando alucinarían!
Lo que no sé yo es si realmente es así o simplemente te estamos utilizando como pretexto para, en el fondo, alejarnos más de ti. Por eso te escribo, para ver si quizás conversando contigo conseguimos descifrar algo más tus misterios. Es que no eres muy fácil de abordar, la verdad… ¿o quizás sí y es precisamente esto lo que no entendemos?
Para empezar, ¿qué eres o quién eres tú realmente?: ¿Esa sensación de placer momentáneo que tanto engancha? ¿Esa euforia que sentimos cuando algo sale bien? ¿Eres la satisfacción de cuando todo cuadra? ¿La adrenalina y el subidón? ¿La bilirrubina? ¿La diversión? ¿Encajar con las expectativas? ¿La paz? ¿La plenitud de espíritu?… Ya ves qué cacao tenemos. Podría estar hasta mañana, la lista es larga…
Navegamos en la confusión. Pero tal vez nos pasa porque huimos con nuestra velocidad llena de ruido de estos espacios de encuentro. Quizás está en este pararnos a escribirte, en preguntarnos sobre ti, donde podemos encontrar un asidero, una respuesta verdadera. Poder distinguir, por ejemplo, entre si eres una sensación pasajera, una emoción, un estado interior. O entender si eres algo más o menos efímero que pasa sin darnos cuenta o, por el contrario, podemos construir una base que nos permita respirarte de forma más estable.
“En muchos momentos vivimos en la imitación y
recreación impostada de modelos, creencias, clichés y estereotipos
que nos hemos comprado y que necesitamos poseer”
Sabes, en el mundo y los tiempos que vivo estás tan en boga que la gente ya no sólo hablamos de ti, sino que nos peleamos por ti. De verdad. Te cuento: hay quienes están permanentemente en el hacer (así se olvidan más fácilmente de quiénes son o quiénes quieren ser). Quienes siguen la receta que les marcan sin saltarse ni una coma para asegurarse el cielo prometido. Quienes acumulan como si no hubiera mañana para que no falte nada (posesiones, cursos, experiencias, adicciones, triunfos, acciones…). Quienes viven anestesiados/as evadiéndose entre pantallas y ficciones serializadas. No sigo para no aburrirte, pero ya ves cómo está el patio.
Sí, no te preocupes, sigue habiendo como siempre libros que hablan de ti. De hecho, tienes hasta estanterías enteras de best-sellers sobre ti… Además de canciones, películas, seminarios, formaciones… ¡Todo! Y todas y todos queremos poseerte, aprender tus secretos, llegar cuanto antes.
Y ¿por qué? te preguntarás. Creo que nadie realmente lo sabe. Se ha convertido casi en una persecución, en una obsesión enfermiza, en una obligación. En una condena que en muchos momentos vivimos en la imitación y recreación impostada de modelos, creencias, clichés y estereotipos que nos hemos comprado y que necesitamos poseer.
En este consumo compulsivo e irreflexivo
participamos de una competición para ver quién es más feliz.
Perdón, que lo importante no es serlo, sino parecerlo.
En este consumo compulsivo e irreflexivo participamos de una competición para ver quién es más feliz. Perdón, que lo importante no es serlo, sino parecerlo. Porque hoy en día, ¿sabes?, la imagen y la dictadura de la apariencia ha barnizado de un cartón-piedra superficial nuestras esencias. Víctimas del progreso a costa de todo, esclavos y esclavas de un éxito y de un reconocimiento social que nos valide con un nuevo ‘like’ para seguir corriendo/posando en una galería de haceres que se pierden en la carrera. Porque no hay lugar donde llegar. Ausentes de nuestras vidas, nos perdemos esperando en ese mar de espejismos.
Baldi Figueras, un buen amigo mío, con quien nos encanta divagar y profundizar sobre muchos temas (defectos de fábrica del oficio, jeje) me hablaba precisamente de todo esto, lo llamaba: “la felicidad aplazada”. ¿Te resuena? ¿Verdad que no va contigo? Pues así vivimos, agotados y agotadas en la espera de que llegues cuanto antes, después de haber hecho los deberes y cumplir con todas las infinitas check-lists, en una carrera vacía y sin fondo de ansiedades llena de cápsulas, tutoriales, recetas, hipotecas, huidas hacia adelante dictadas por no se sabe quién… Pero ahí seguimos. Eso sí con una sonrisa virtual modelo feliz, que no falte.
Me da miedo, sinceramente, en qué nos estamos transformando en tu nombre. Por eso creo que me ha salido escribirte. Necesito que me ayudes. Porque me doy cuenta de que incluso alguien como tú que debería inspirarnos al viaje, al descubrimiento, a la aventura, a la sonrisa, nos genera más sufrimiento que bienestar, más cadenas que libertad. Quiero dejar atrás esta angustia, esta velocidad, esta exigencia del hacer que provoca que nos apresuremos en soluciones sin escucharnos. Que hace que, en lugar de construir nuestro camino, nos dejemos llevar por caminos de otrxs. La prisa está matando nuestro proyecto de vida. Nuestra felicidad.
Se ha hecho tarde, espero no haberte aburrido. Sigo en otro momento y ya retomamos desde donde lo hemos dejado, que me contaron una metáfora buenísima que creo que te gustará… ¿Te parece?
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Una carta de Jordi Muñoz,
coach, recreador personal y musicoterapeuta,
fundador i co-director de El despertador
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Sigue el relato de la carta en el capítulo 2: sobre la prisa para ser feliz >>
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Bibliografía relacionada:
- El arte de pensar, José Carlos Ruiz
- Elogio de la duda, Victoria Camps
- Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, Stephen Covey
- Fuera de clase, Marina Garcés
- El sinsentido común: una visión alternativa para seguir nuestro propio camino en la vida, Borja Vilaseca
Contenidos relacionados:
Una conversación sobre LA FELICIDAD
con Baldi Figueras, formador en desarrollo personal y
organizacional, y Jordi Muñoz, coach y recreador
personal (vídeo).
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Què és per a tu la felicitat? (podcast)
Llancem aquesta pregunta al grup de Whatsapp de l’equip d’El despertador per descobrir les diferents definicions, mirades i apreciacions que tenim sobre aquesta paraula, concepte i terme. Trobem punts en comú i matisos que fan guanyar encara més cos a aquesta paraula. I perquè compartir també ens fa felices i feliços.
Participem per ordre d’aparició: Elisabet Alguacil, Anna Soriano, Cristina Torrens, Jordi Esqué, Jordi Muñoz, Maricel Ruiz i Joan Canals.
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También te pueden interesar los siguientes contenidos:
- Carta a la felicidad, Cap. 2: sobre la prisa para ser feliz
- Carta a la felicidad, Cap. 3: ¿puedo ser feliz con dudas?
- Carta a la felicidad, Cap. 4: conjugando el tiempo feliz imperfecto
- Vidas inventadas, por Jordi Muñoz
- El balcón, por Jordi Esqué
- La quebradiza, por Anna Soriano
- La condena de la mochila, por Jordi Esqué
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- El miedo y sus caprichos, por Jordi M.
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- Las decisiones de Neo, por Jordi M.
- La medalla más importante, por Jordi M.
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